SUSANA OTEIZA
El origen del lenguaje
El origen de la escritura se puede considerar un tema discutible, debido a que nos
regimos solamente por los hallazgos arqueológicos que conocemos en el presente de
nuestros días y por nuestra actual concepción de qué es un lenguaje escrito. Por esto, es
imprescindible decir que estos hallazgos solamente representan los restos
imperecederos, más duraderos y también mejor valorados, que nuestros antepasados
consideraron dignos de conservación y que además, identificamos como lenguajes
escritos. Podemos centrarnos, por un lado, en la evidencia material y científica, la cual
podemos datar, descifrar y entender desde nuestra perspectiva del presente, y por otro
lado, podemos realizar deducciones y generar hipótesis, a cerca de lo cual no tenemos
datos y desconocemos. En este ensayo, se considerarán por tanto, ambos campos, el
científico y el filosófico, queriendo profundizar en el legado histórico y cultural de la
escritura en Sumer y Egipto, que según numerosas fuentes datan allí su origen y asocian
la escritura tanto con el ámbito administrativo como con el espiritual. Sin embargo,
también se querrá profundizar en el pasado, debido a que las escrituras jeroglífica y
hierática en Egipto y la cuneiforme en Sumer, ya representarían en sí sistemas muy
desarrollados, los cuales sin lugar a duda, habrían derivado de sistemas anteriores,
menos complejos, que utilizarían elementos visuales y abstractos, y que estarían
seguramente ligados al componente visual, imaginativo, interpretativo y sonoro de
nuestra experiencia. Por esto, se querrán además considerar hallazgos de civilizaciones
anteriores, como pinturas en las cuevas paleolíticas, piedras modificadas artísticamente y
el trabajo de Miyagawa et al., 2018, para ofrecernos una mucha más rica imagen de lo
que podría haber sido realmente el origen del lenguaje escrito en nuestra civilización.